Los fallecidos por coronavirus aumentaron un 32% en las últimas 24 horas en España, cuyas autoridades trataban este sábado de remediar la falta de material que atenaza a varios hospitales.


En su parte diario, el ministerio de Sanidad anunció este sábado 324 nuevas muertes por coronavirus, con lo que el total de fallecimientos asciende a 1.326.

El número acumulado de contagiados era de 24.926, un 24,75% más que el dato del viernes, y los curados, 2.640.

«Desgraciadamente, lo peor está por llegar», avisó con gravedad el presidente del gobierno, Pedro Sánchez.

«Estamos en un momento muy crítico y van a llegar días muy duros, para los cuales nos tenemos que preparar desde el punto de vista psicológico y emocional», añadió.

España es ahora mismo el tercer país del mundo con más casos reportados de coronavirus.

Tiene de momento una letalidad del 5,3%, con un pico del 9% en la región de Madrid, la más castigada del país con un 60% de los fallecidos.

La mortalidad se da «fundamentalmente en mayores de 70 años», señaló María José Sierra, del centro de alertas sanitarias, aunque puntualmente ha habido algunos muertos de menos de 40.

La gran urgencia está en paliar la falta de medios humanos y materiales denunciada por los profesionales sanitarios, en especial allí donde se concentran más casos, como el área metropolitana de Madrid, que afronta una «avalancha», como dijo Sánchez, o Cataluña.

El desbordamiento es tal que algunas unidades de cuidados intensivos están teniendo que priorizar el ingreso de los pacientes con una mayor expectativa de vida.

Igualmente se está recurriendo a medidas extraordinarias, como la medicalización de hoteles en Madrid, una medida que se está preparando también en Barcelona y Andalucía.

El ejército y las autoridades madrileñas habilitarán además un hospital con 5.500 camas en el Ifema, un gigantesco pabellón de congresos.

– Más mascarillas y más pruebas –

Ante este panorama, el gobierno anunció que distribuirá medio millón de mascarillas adicionales para sanitarios, y unas 800.000 para pacientes. El ministerio de Transportes comprará a su vez otros ocho millones de mascarillas para profesionales del sector.

Igualmente, el ejecutivo está trabajando con el sector de los cosméticos «para que puedan producir de forma nacional solución hidroalcohólica», un producto muy solicitado en las farmacias españolas, indicó Patricia Lacruz, directora de farmacia en el ministerio de Sanidad.

La realización de pruebas se va a intentar extender «al mayor número de población», dijo Sánchez, para afinar el número de enfermos y aislar a quienes den positivo.

Según el gobierno se han realizado hasta la fecha 355.000 exámenes, con un ritmo medio de entre 15.000 y 20.000 diarios en estas últimas jornadas.

A ello se añade la compra de más de 640.000 tests, «que irán llegando a lo largo de los proximos días», apuntó Raquel Yotti, directora del Instituto de Salud Carlos III.

Más allá de esto, Sánchez adelantó que su gobierno está mirando el mercado internacional para importar equipos con los que realizar seis millones de tests.

E insistió en que se orientará a la industria local para que produzca mascarillas y tests, a fin de poder afrontar esta crisis y eventuales epidemias futuras.

– La policía, en pie de guerra –

España cumple este sábado una semana en estado de alarma, lo que significa que los ciudadanos sólo pueden salir para comprar bienes de primera necesidad, acompañar a personas dependientes o ir a trabajar, para aquellos que no puedan hacerlo desde casa.

Las fuerzas de seguridad reforzaron los controles en carretera y multiplicaron las multas, para garantizar que la gente no se va a las costas o a residencias secundarias aprovechando el parón de actividad.

José Ángel González, director operativo de la Policía Nacional, señaló que sólo el viernes se levantaron 6.000 actas, «todas por desobediencia de la ley».

El ejército por su lado tiene desplegados a unos 2.800 efectivos en 82 ciudades, principalmente en tareas de desinfección de puertos, aeropuertos, estaciones de tren y edificios públicos, y transporte de enfermos entre hospitales.

El estado de alarma rige en principio por una semana más, aunque el gobierno ha avisado de que muy probablemente habrá que prolongarlo.