En un lapso de 10 días, Bolivia ha pasado de tener 672 personas contagiadas con COVID-19 a 1.470. La cifra se ha más que duplicado durante este período y muestra un ritmo ascendente. Y desde el 10 de marzo, cuando se reportaron los dos primeros casos, hasta el 2 de mayo, cuando se registró el pico más alto con 241 infectados, el promedio diario de personas aquejadas con este mal llega a 28.


Bolivia registró el sábado un nuevo récord de casos positivos al nuevo coronavirus con 241 contagiados, sumando un total de 1.470 en 52 días, con 71 decesos y 159 recuperados. La tasa de letalidad ha retrocedido a 4,8% (5 muertos por cada 100 infectados), pero debido al aumento de los casos positivos, mientras que el número de pacientes curados sigue siendo una de las más bajas a nivel regional, con una tasa de 10,8% (11 restablecidos por cada 100 enfermos).

Santa Cruz, La Paz, Beni, Oruro y Cochabamba registran los índices más elevados de enfermos por coronavirus. El primero concentra el 54,8% del total de casos confirmados, el segundo el 16%, el tercero el 13%, el cuarto el 7,6% y el último el 5,5%. El 3,1% restante se dividen entre Potosí, Pando, Chuquisaca y Tarija.

El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, afirmó este domingo que si la población cumple a cabalidad la cuarentena y los gobiernos regionales apoyan en ese plan, la población “podrá salir” después del 31 de mayo.

La presidenta Jeanine Áñez anunció el pasado miércoles la continuidad de la actual cuarentena denominada “total” hasta el 10 de mayo y el inicio de una “cuarentena dinámica” a partir del 11.

Esta última implica el retorno gradual de actividades económicas en determinados departamentos y ciudades bajo una evaluación cada semana sobre el comportamiento de los casos de COVID-19 y que definirá la categorización del riesgo alto, medio y moderado.

CRONOLOGÍA

Haciendo una recapitulación. El 10 de marzo pasará a la historia como el día en que se confirmaba los dos primeros casos del nuevo coronavirus o COVID-19 en Oruro y Santa Cruz. La enfermedad había ingresado a territorio nacional hace exactamente un mes a través de dos mujeres que arribaron de Italia. Desde esa fecha y hasta el 10 de abril se registraron 275 infectados en ocho de los nueve departamentos del país, excepto Beni, 20 de los cuales perdieron la vida.

El 12 de marzo, cuando el país tenía solo tres casos importados, el Gobierno nacional anunció las primeras medidas para contener el virus: suspensión de clases hasta el 31 de marzo, restricción de viajes hacia y desde Europa, cuarentena obligatoria a viajeros que lleguen de países con infectados, prohibición de eventos con más de 1.000 personas y la conformación de un gabinete para la atención del COVID-19.

El 15 de marzo, cuando el país sumaba 11 casos positivos, la presidenta Jeanine Áñez endureció las primeras medidas y determinó horario laboral continuo, prohibió los eventos con más de 100 personas, eliminó aranceles para importaciones de medicamentos y equipos, y prohibió el ingreso de viajeros, con excepción de los bolivianos, provenientes de China, Corea, Italia y España, que en ese entonces eran los más afectados por el virus.

Dos días después, la Mandataria dictó una cuarentena parcial para que todas las personas permanezcan en sus casas de 17.00 a 05.00. Para ello redujo la jornada laboral de 08.00 a 13.00, restringió la venta en mercados y supermercados hasta las 15.00, la circulación de vehículos, hasta las 16.00 y los viajes interdepartamentales e interprovinciales.

El 25 de marzo, con 39 pacientes confirmados, Áñez declaró el estado de “Emergencia Sanitaria” en Bolivia y la cuarentena total en todo el territorio desde las 00.00 del 26 y hasta el 15 de abril, medida que posteriormente fue ampliada hasta el 30 de abril y ahora hasta el 10 de mayo. Con ello se estableció el cierre total de fronteras, la prohibición de la circulación de vehículos, salvo los de seguridad y salud, y se restringió la circulación de cada persona a una vez por semana y de 07.00 a 12.00, según la terminación de su carnet de identidad, para aprovisionarse de alimentos.

Además fijó una multa de Bs 1.000 para quienes infrinjan la cuarentena y de Bs 2.000 para conductores, más arresto de ocho horas. También anunció las primeras medidas económicas, entre la dotación de una canasta familiar, el pago de los servicios de luz y agua, un bono Familia para estudiantes de colegios fiscales.