Pese a anunciar que firmaría la ley de elecciones para el domingo 6 de septiembre, la presidenta transitoria Jeanine Áñez volvió a ponerle peros a la fecha, lo que provocó que los candidatos presidenciales del MAS y CC la fustiguen, incluso con denuncias de una intención prorroguista que usa a la pandemia como excusa.


El Senado sancionó la norma el martes y la remitió a la Mandataria para que la firme. El proyecto fue presentado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) tras lograrse un acuerdo con partidos políticos (aunque la alianza Juntos, que promueve a Áñez, se desmarcó) para ponerle fecha a los comicios suspendidos del 3 de mayo.

VAIVENES GUBERNAMENTALES

El miércoles, el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, adelantó que no se frenaría la promulgación, aunque ratificó sus reparos. Pidió a los “políticos y autoridades” que encaminaron la ley a que asuman la responsabilidad de las consecuencias para la salud de la población, al realizarse comicios en medio de la crisis del coronavirus.

El Gobierno acusa al Movimiento Al Socialismo (MAS) y al jefe de este partido, el expresidente Evo Morales, de haber impuesto el 6 de septiembre como fecha para las elecciones. Morales, quien está refugiado en Argentina, respondió que Áñez le culpa de “todo lo malo que pasa en Bolivia”, como la “incertidumbre” en los comicios.

Sin embargo, el presidente de la entidad electoral, Salvador Romero —designado precisamente por la Presidenta—, aclaró anteriormente que la iniciativa fue fruto de un proceso de concertación llevado a cabo por el TSE, con el respaldo de Naciones Unidas, la Unión Europea y la Iglesia Católica, lo que se plasmó en un acuerdo.

En la misa de Corpus Christi en La Paz, el jueves, Áñez reapareció tras varios días de ausencia pública para ratificar lo dicho por Núñez, pese a que su ministro de Gobierno, Arturo Murillo, le pedía no pronunciarse sobre el tema. “En el marco del respeto a los poderes del Estado, nos corresponde acatar lo que diga el TSE”.

Eso sí, dio claras muestras de que se encontraba en una especie de encrucijada. “Somos muy respetuosos de los diferentes poderes… en ese momento donde uno es el blanco de las críticas, porque si yo le digo ‘no voy a promulgar’ me van a decir prorroguista y si digo ‘lo voy a promulgar’, estoy atentando contra la salud”.

Ayer, viernes, sacó de la galera una carta para frenar la promulgación de la norma. Le mandó una carta a la presidenta de la Asamblea, Eva Copa (MAS), también presidenta del Senado, para que le haga llegar “el estudio médico y científico en el cual se basa su decisión y la del MAS, para impulsar elecciones el 6 de septiembre”.

DAÑO A LA CONSTITUCIÓN’

Sin citar fuente, le dice a Copa que “las proyecciones epidemiológicas para Bolivia muestran que julio y agosto serán los meses con mayor cantidad de ciudadanos contagiados”, que por eso “eventos masivos”, “como una elección y una campaña”, sean “un riesgo real y muy grande para la salud y la vida de los bolivianos”.

La pandemia se extiende en el país, en medio de carencias y el colapso del sistema de salud, sobre todo en Santa Cruz y Beni. En plena subida de casos, el Gobierno decidió delegar la definición de las medidas de contención a las gobernaciones y las alcaldías, lo que fue objeto de críticas de gremios de profesionales en salud.

Esta semana, en su comparecencia ante el Legislativo, el vocal Romero dejó en claro que se trabaja en la definición de los protocolos de seguridad de salud pública que permitan la realización de las elecciones sin poner en riesgo a la población. El MAS señaló que el informe del presidente del TSE sobre el tema fue satisfactorio. 

Una de las primeras en pronunciarse el viernes sobre la solicitud de Áñez a la Presidenta de la Asamblea, fue la diputada Sonia Brito (MAS), quien sostuvo que la carta remitida por la Mandataria no corresponde, ya que “quien hace la convocatoria (para los comicios del domingo 6 de septiembre) es el Órgano Electoral”.

Y las repercusiones políticas no pararon en el día y la noche. El presidenciable de Comunidad Ciudadana (CC), el expresidente Carlos Mesa, “subió” a su cuenta de la red social Twitter un comunicado de su alianza, ante “la decisión de la presidenta Áñez de no promulgar la ley modificatoria de postergación de elecciones”.

El documento rechaza lo que CC considera un intento de la Mandataria y su gobierno “de prorrogarse en el ejercicio del poder, con grave daño a la Constitución, a la salud de los ciudadanos y ciudadanas y a la imagen internacional del país”. Y le recuerda a Áñez que con ello niega el único mandato que le confirió el Tribunal Constitucional el 22 de enero: elecciones presidenciales y transmisión de mando en este año.

La Presidenta “no puede ampararse en una supuesta preocupación por proteger la salud pública con cargo al próximo mes de septiembre… Parece haberse rendido a la total incapacidad de su gobierno para proteger la salud de los bolivianos hoy, tras 70 días desperdiciados en un mal manejo de la pandemia, falta de eficiencia, transparencia, coordinación y apoyo a los gobiernos departamentales y municipales”.

‘MENTIRAS’ Y ‘EXCUSAS’

Luego fue el turno un exaliado de Áñez, el candidato de Creemos, el exlíder cívico cruceño Luis Fernando Camacho, quien tras la renuncia de Morales en noviembre de 2019 —agobiado por protestas, un motín policial y el pedido de las Fuerzas Armadas para su dimisión—, “avaló” que la senadora beniana sea la sucesora.

“No mienta Presidenta ni se lave las manos. Su partido y los viejos políticos estuvieron de acuerdo en fijar fecha para elecciones. Sus intereses de candidata no le dejan ver que mientras el pueblo sufre no puede haber elecciones. ¡Se lo advertimos, alguna vez escuche!”, escribió Camacho, quien también se opone a la realización de comicios en medio de la emergencia por el coronavirus en el país.

Más todavía, “colgó” junto a su tuit un comunicado de Juntos, del 1 de junio, en el que convoca al TSE a que “defina de una vez por todas, una fecha” para las elecciones, tomando en cuenta los cuidados para evitar contagios tanto en la campaña como en el día del voto, y se compromete a “acatarla democráticamente”.

Mientras que el presidenciable del MAS, el exministro de Economía Luis Arce, criticó igualmente a Áñez por Twitter. “Al no promulgar la ley que viabiliza las #elecciones en #Bolivia, Áñez ratifica su intención de perpetuarse en el poder, olvida el único mandato que tenía y confirma que es un gobierno de facto que utiliza la pandemia como excusa para vulnerar derechos. #RecuperemosLaDemocracia (sic)”.

Este sábado, el expresidente Morales se pronunció por la misma vía. “Rechazan la realización de las elecciones, son incapaces de atender las consecuencias de la pandemia y solo quieren prorrogarse. La grave crisis solo puede ser resuelta con autoridades elegidas. La defensa de la democracia es una de nuestras tareas más importantes”.

En un segundo tuit indicó lo siguiente: “Alertamos a la comunidad internacional sobre las intenciones del gobierno de facto de #Bolivia de impedir la realización de elecciones, profundizando la crisis política e impidiendo que las bolivianas y bolivianos ejerzan sus derechos (sic)”.

Asimismo, el expresidente Eduardo Rodríguez Veltzé se pronunció por la misma red social sobre el conflicto de poderes. “Los órganos de poder están separados pero obligados a coordinar y cooperar en las funciones de Estado. Sólo con madurez, más diálogo y menos confrontación podrán salvar sus diferencias en democracia (sic)”.