Sobre sus “roces” con Óscar Ortiz, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, afirmó este miércoles que no ve a su excompañero de gabinete como “el enemigo” y aseguró que sus enemigos son el narcotráfico, el crimen y quienes atentan contra la democracia.


“A mí no me parece que él (Óscar Ortiz) sea el enemigo ni el problema, para mí el enemigo son el narcotráfico, el crimen organizado; para mí el enemigo son los que quieren romper la democracia, para mí el enemigo son los que quieren destruir el país, los que quieren volver a la fuerza”, declaró en un contacto con la red ATB, desde Estados Unidos.

Murillo dijo que lamenta la posición asumida por el exministro de Economía y sostuvo que él siempre lo ha “tenido en un lugar especial”, y lo “seguirá teniendo”.

“Yo lamento mucho la posición de Óscar, él sabrá por qué ha reaccionado de la manera en que ha reaccionado; recapacitará”, acotó.

Destituido de sus funciones, Ortiz afirmó que la presidenta Jeanine Áñez había entregado a Murillo el control del Gobierno y de Bolivia. “Yo creo que hay un problema muy serio, y es que la presidenta Áñez le ha entregado el futuro del gobierno y del país y al ministro Murillo, que es una persona que no tiene la capacidad, no tiene la serenidad necesaria para poder resolver los problemas como corresponde que es buscando soluciones en el marco de la Constitución y las leyes”.

También informó que retornará al país el fin de semana para continuar con su trabajo de lucha contra el narcotráfico y la delincuencia. “Pueden estar intranquilos todos los que han pensado que he fugado porque estarían tranquilos si hubiera fugado, pero pueden estar intranquilos. Voy a seguir trabajando y voy a seguir metiendo narcotraficantes y delincuentes a la cárcel hasta el último día que acompañe a la presidenta Jeanine Áñez”, aseveró.