El exministro Carlos Romero sostiene que los asesinatos cometidos por sicarios en Bolivia son producto de una seria disputa por el control de las rutas del tráfico de droga entre el PCC y el Comando Vermelho.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, admitió la presencia de organizaciones criminales extranjeras en el país, las que pretenden asentarse en Bolivia, pero señaló que, mediante informes de inteligencia de la Policía Boliviana, se prepara un plan de contingencia.
En contraparte, Carlos Romero, exministro de Gobierno en la gestión de Evo Morales, afirmó que los funcionarios del actual Gobierno son cómplices de los cárteles del narcotráfico, especialmente en Santa Cruz, región donde aseguró que existe una disputa por el territorio donde se produce droga, y están las rutas que se usan para transportar la cocaína hacia Brasil y Paraguay.
Brasil
Ayer, al ser consultado sobre los dos últimos casos de muertes cometidas por sicarios en el municipio de San Matías, frontera con Brasil, Del Castillo relacionó el hecho con la presencia de bandas criminales de ese país.
“Es una zona fronteriza, son ciudadanos extranjeros que vienen a cometer delitos dentro del territorio nacional. Vemos como Brasil tiene organizaciones criminales que en muchos casos tratan de asentarse en territorio nacional y la Policía Boliviana ya está elaborando un plan de contingencia para poder evitar que ciudadanos extranjeros que vienen a cometer delitos puedan asentarse en el mismo ”, señaló el ministro.
Sin embargo, Del Castillo volvió a negar que las varias muertes, presuntamente relacionadas con el narcotráfico, sean producto de una disputa entre cárteles y que unidades de inteligencia preparan un informe sobre otro tipo de factores.
San Matías
En esa línea, ayer, un equipo multidisciplinario de la Policía y el fiscal de San Matías, Wálter Cisneros, realizaron un peritaje en el local donde el lunes 19 de diciembre fueron acribillados, con 17 disparos, el empresario ganadero José Fernando Blanco (55) y su empleado Roly Santana Paina (38). De forma preliminar se señaló que los expertos recolectaron los casquillos y proyectiles que quedaron en la escena del crimen.
El día del crimen, la Policía informó que los pobladores impidieron realizar actos investigativos, como las autopsias a los cuerpos de las víctimas. Hasta ayer no se tenía ningún indicio sobre la identidad de los dos sicarios ni su posible ubicación.
Disputas por las rutas
Para el exministro de Gobierno Carlos Romero, en Bolivia están presentes el Primer Comando de la Capital (PCC), que se ubicó en la Chiquitania y el Comando Vermelho, que opera en la Amazonia. Dijo que lo sucedido en San Matías es una pugna de los cárteles por el control de las regiones.
“Lamentablemente en Bolivia hay un descontrol sobre el tema del narcotráfico, es muy grave. (Los cárteles) ya ingresaron, se instalaron y siguen con una expansión territorial que ahora ha pasado a una segunda etapa, que es la disputa de las rutas”, afirmó Romero.
Sobre el tema, el representante de los cívicos de la provincia Guarayos, Salvador Vaca, manifestó que no descarta ni confirma la presencia de narcotraficantes ligados a los avasallamientos que se dieron en esa zona. Esto debido a que los avasalladores tendrían un mismo modo de operar que los grupos de narcos, protegiendo la zona con gente armada e impidiendo el ingreso de las autoridades a determinados sectores.