Padre e hijo acribillados, un avasallamiento violento que dejó un obrero de la zafra muerto y varios heridos, además de la presencia de grupos delincuenciales de brasileños que trafican armas es el escenario que se presenta desde los primeros días de diciembre en algunas regiones de Pando.

El último hecho que conmocionó a la región fue un caso de doble asesinato en la población de Santa Rosa del Abuná, donde Francisco Yabuencio, de 55 años, y su hijo, Federico, de 17, fueron acribillados la noche del domingo 4 de diciembre.

La fiscal de materia Jhilma Mora confirmó que las víctimas eran padre e hijo, pero hasta la fecha el Ministerio Público ni la Policía brindaron un informe conclusivo del hecho.

La funcionaria relató que la noche del doble crimen los vecinos despertaron sobresaltados al escuchar fuertes sonidos “como petardos”, pero eran los disparos contra el padre e hijo. “Se tiene (el informe de autopsia) de uno de los cuerpos (que ha recibido) siete impactos de bala en diferentes zonas del cuerpo”, precisó Mora.

Por su lado, desde la fuerza anticrimen informaron a Página Siete que la Policía aún no tiene todos los elementos de convicción para establecer las causas de los asesinatos, además que el caso es investigado por la Policía Rural Fronteriza. “Recientemente ha llegado este caso a la Felcc para que nosotros podamos apoyar con la investigación, pero por el momento no tenemos conocimiento del caso al 100%, en las próximas horas ya vamos a tener la figura más clara”, dijo un funcionario policial desde Pando.


Avasallamientos y asesinatos

Tres días antes del doble asesinato en Santa Rosa del Abuná, se suscitó otro hecho violento en el municipio del Sena de la provincia Madre de Dios, específicamente en la Barraca San Miguel, una propiedad privada dedicada a la zafra de la castaña. Un grupo armado emboscó a los zafreros entre la noche de 1 y la madrugada del 2 de diciembre.

Los zafreros se enfrentaron a ellos y al menos seis trabajadores resultaron heridos, después uno de ellos falleció.

La propietaria de la estancia, Jhanet Vargas, fue otra de las víctimas del avasallamiento hasta que uno de sus obreros le alertó que el grupo armado la estaba buscando para matarla y adueñarse de sus tierras. Ella se adentró en el bosque en medio de una completa oscuridad.

Joani Jiralde, de 26 años, es la víctima fatal de la emboscada del grupo armado en Pando. La esposa de la víctima pidió a las autoridades que den con los asesinos de su esposo. “Pido justicia porque han matado a mi marido injustamente, él no tenía armas, sólo castañeaba conmigo (…), no tenía nada de armas mi marido. Pido justicia, pido que las autoridades vengan porque mi hermano se ha quedado adentro (en el predio). Hay harta gente todavía porque tienen miedo por sus cosas”, manifestó. El hecho es una muestra de que el conflicto por avasallamientos de tierras no sólo sucede en Santa Cruz, sino también en otras regiones como Pando, donde campesinos de la Federación de Zafreros señalan que la invasión de grupos irregulares a propiedad privada es recurrente sobre todo en épocas de zafra de castaña.

Los campesinos de la Central Sena-San Lorenzo defienden el avasallamiento y aseguran que Vargas no es la propietaria de la Barraca San Miguel.

Presencia del PCC

Otro factor que prende las alertas en Pando es la presencia de ciudadanos brasileños en poblaciones que son frontera con Brasil. En los últimos días se registraron dos casos: el primer hecho fue la captura en Cobija de dos personas brasileñas. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, dijo que se trata de dos presuntos miembros de la organización delictiva brasileña Primer Comando de la Capital (PCC). “Se informa al pueblo boliviano de la captura de ciudadanos brasileños posiblemente miembros del PCC en Pando”, escribió en Twitter. Los presuntos delincuentes fueron identificados como Carlos Daniel Abreu de Souza y Jhonios Cavalcante Parreiras. El hecho sucedió la noche del 6 de diciembre durante un operativo conjunto entre la Policía Boliviana y la Policía del vecino país. Se logró secuestrar armas de fuego enterradas en Epitaciolandia, una ciudad fronteriza brasileña.

El segundo caso también tiene relación con un ciudadano brasileño que días atrás fue sentenciado a tres años de cárcel por el delito de robo agravado. Se trata del brasileño Dgerson Rufino Siqueira, de 37 años, quien el 1 de diciembre fue sorprendido en flagrancia en un robo armado que fue impedido por los comunarios. La Policía dijo que se tratan de casos aislados.

Presencia del PCC

Delito La presencia del PCC en Bolivia data desde hace 15 años, cuando comenzó a expandirse y establecer bases estratégicas en puntos fronterizos para tener contacto con narcos bolivianos, según el investigador brasileño Allan de Abreu.

Actividad • Su principal actividad está ligada a la producción y comercialización de droga y de armas, pero también se registraron asaltos, así lo confirmó en mayo de 2007 el entonces ministro de Gobierno, Carlos Romero.