El pasado sábado, la Fiscalía de Colombia llevó a cabo la detención de Nicolás Petro Burgos, hijo del actual presidente del país, Gustavo Petro. La captura incluyó también a su exesposa, Daysuris Vásquez. Ambos fueron acusados de delitos graves, como lavado de dinero y enriquecimiento ilícito, lo que ha generado un importante revuelo en el ámbito político y mediático del país.


Nicolás Petro, de 37 años de edad, ha estado involucrado en la política desde hace algunos años, aprovechando su apellido y capitalizando la trayectoria política de su padre. Hasta su arresto, ocupaba el cargo de diputado de la Asamblea del Departamento del Atlántico, posición que alcanzó gracias a su destacada votación en la capital del departamento, Barranquilla, donde goza de un fuerte apoyo político.

La situación de Nicolás se ha vuelto particularmente delicada debido a la acusación presentada por su exesposa, quien asegura que recibió una significativa suma de dinero de un narcotraficante para financiar la campaña presidencial de Gustavo Petro, y que este dinero habría sido desviado para beneficio personal.

El primogénito del presidente Petro nació en el municipio de Ciénaga de Oro, en el departamento de Córdoba, donde su padre también tiene raíces. Sin embargo, debido a las circunstancias políticas y militantes de sus padres, Nicolás fue criado por la familia materna durante su niñez.

A pesar de este distanciamiento temprano, Nicolás Petro manifestó en la década de los 90 un interés creciente por la política, acercándose más a su padre, quien ya tenía una sólida trayectoria en ese ámbito. En 2019, luego de las elecciones presidenciales en las que su padre resultó derrotado, Nicolás decidió incursionar en la política regional, postulándose como candidato a la Gobernación del Atlántico.

Aunque obtuvo una importante votación en su favor, fue vencido por una candidata cercana a la influyente familia Char, que ha sido una fuerza dominante en la política de Barranquilla y el Atlántico por años. No obstante, el Estatuto de la Oposición le otorgó un escaño en la Asamblea del Atlántico, lo que le permitió mantenerse en el panorama político.

Ante la noticia de la detención de su hijo, Gustavo Petro emitió un mensaje en Twitter en el que afirmó que no intervendrá ni presionará a la Fiscalía por la situación de Nicolás. Sin embargo, también expresó su preocupación y pesar por lo que consideró como «tanta autodestrucción», deseando que su hijo pueda reflexionar sobre sus propios errores.

La captura de Nicolás Petro ha generado un gran debate en el país, y ha puesto de relieve la compleja relación entre el poder político, la familia y la justicia. Mientras tanto, la Fiscalía sigue investigando los cargos presentados contra él y su expareja, y el futuro político del primogénito del presidente queda en incertidumbre, enfrentando un proceso judicial que marcará un hito en la historia política colombiana como el primer hijo de un mandatario en ser arrestado por delitos graves.