Las redes sociales han irrumpido en la vida cotidiana de los adolescentes como una herramienta de comunicación y expresión, pero a medida que los estudios avanzan, surge una creciente preocupación sobre los posibles vínculos entre el uso intensivo de estas plataformas y la depresión en los jóvenes. A medida que la evidencia se acumula, surge la pregunta crucial: ¿cómo pueden los padres y cuidadores ayudar a los adolescentes a evitar los efectos negativos de las redes sociales en su salud mental?


De acuerdo con los últimos datos, las adolescentes femeninas están experimentando niveles alarmantes de ansiedad, y entre los factores clave se encuentra el uso de las redes sociales. En una entrevista exclusiva con la psicóloga Ángela Díaz, La Revista exploró en profundidad los efectos de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes.

Díaz explicó que el sobreestímulo que proviene del constante flujo de información visual en las redes sociales puede tener un impacto en la memoria a corto plazo, lo que podría aumentar los niveles de ansiedad y nerviosismo en los adolescentes. Esto se debe en parte a la influencia del núcleo amigdalino, una glándula que juega un papel significativo en las respuestas emocionales. Díaz señaló que las mujeres tienden a canalizar sus emociones a través de esta glándula, lo que podría aumentar su vulnerabilidad a la ansiedad y la depresión relacionadas con el uso excesivo de las redes sociales.

La distorsión de la realidad a través de filtros y ediciones en fotografías también puede contribuir a una sensación de insatisfacción y dismorfia corporal entre los adolescentes. Díaz enfatizó la importancia de que los padres estén atentos a este fenómeno y orienten a sus hijos sobre la percepción distorsionada de la realidad que las redes sociales pueden presentar.

Para mitigar estos riesgos, la psicóloga recomendó establecer límites de tiempo en el uso de las redes sociales y fomentar actividades alternativas, como el deporte, que permitan a los adolescentes canalizar la ansiedad y el estrés que pueden surgir de su participación en estas plataformas. Supervisar el horario que los jóvenes dedican a las redes sociales y proporcionar espacios para el ejercicio y la interacción social en persona pueden contribuir significativamente a mantener un equilibrio saludable.

En un mundo cada vez más digital, la educación y el apoyo son esenciales para que los adolescentes aprendan a manejar las redes sociales de manera consciente y positiva. La conciencia sobre los riesgos y la promoción de hábitos saludables en el uso de las redes sociales son pasos cruciales para proteger la salud mental de las generaciones más jóvenes.