Un lamentable episodio sacude las instalaciones de la cárcel de El Abra en Cochabamba, donde un hombre de 38 años, condenado recientemente a 30 años de prisión por el feminicidio de su propia hija, ha sido encontrado sin vida en su celda de aislamiento. El trágico suceso ocurrió ayer, y la policía ha confirmado que el recluso se suicidó utilizando un método de ahorcamiento con una frazada.


El individuo, cuyo nombre se mantiene en reserva, había sido sentenciado el pasado lunes tras confesar su responsabilidad en la muerte de su hija de 17 años en el Trópico de Cochabamba. La víctima había estado desaparecida desde agosto del año anterior, y las investigaciones revelaron que la última persona con quien había tenido contacto fue su propio padre.

La relación entre el hombre y su hija era extremadamente problemática y perturbadora, según las autoridades. La Fiscalía informa que existían pruebas que apuntaban a una relación incestuosa entre ambos, lo que había generado conflictos y tensiones significativas. Además, se cree que el padre estaba involucrado en una nueva relación, lo que habría intensificado los problemas entre él y su hija.

El jefe de la fuerza anticrimen, coronel Freddy Medinaceli, señaló que el hombre utilizó una frazada como dogal para ahorcarse, lo que provocó su muerte por asfixia. El trágico incidente ha dejado en shock tanto a la comunidad carcelaria como a la sociedad en general, resaltando la gravedad de los crímenes por los que el sujeto había sido condenado.

Este caso refleja una vez más la importancia de abordar la violencia de género y los feminicidios en Bolivia y en todo el mundo. Las autoridades están trabajando para prevenir y atender estos crímenes, así como para ofrecer el apoyo necesario a las víctimas y sus familias.