Un hombre de 18 años confesó haber provocado el incendio en el que murió un niño de 3 años, en la ciudad de La Paz. El sujeto admitió que inició fuego a la vivienda con el objetivo de borrar sus huellas y las evidencias que dejó, tras robar la suma de 400 bolivianos.


El delincuente aprovechó la vulnerabilidad de una mujer de 25 años y de su pequeño hijo para ingresar por el muro de la casa y robar dinero. Sin embargo, cuando fue descubierto por la víctima, el sujeto usó un palo de madera para golpearla brutalmente y así evitar ser identificado.

Inmediatamente el hombre procedió a incendiar los muebles y otros objetos de la vivienda, aún conociendo que la madre del pequeño estaba en el inmueble.

La mujer contó a los investigadores que su vecino fue quien ingresó a su casa para robarle y golpearle con un palo de madera. Además, la víctima fue atacada con un cuchillo en su cuello y otras partes de su cuerpo.

Con estos indicios hallados por la Policía, el joven confesó el delito y decidió someterse a un proceso abreviado. La Fiscalía pedirá una condena de 30 años de cárcel por los delitos de infanticidio y tentativa de asesinato.

El caso ha generado indignación en Bolivia. El Gobierno ha prometido tomar medidas para garantizar la seguridad de la población y evitar que se repitan casos de violencia.