La presencia de continentes en un planeta podría ser esencial para albergar vida. Estos fragmentos de tierra «flotan» sobre el manto viscoso del planeta, y el calor del núcleo evita que queden atrapados. Pero, ¿cuándo surgieron los primeros continentes en el universo?


Jane Greaves, profesora de astronomía en la Universidad de Cardiff, se propuso responder a esta pregunta. Su investigación, publicada en Research Notes de la American Astronomical Society, busca entender cuándo aparecieron los primeros «exocontinentes» con el fin de refinar la búsqueda de planetas habitables.

Los continentes y las placas tectónicas son vitales para regular la temperatura de un planeta, permitiendo que el calor escape del núcleo y protegiendo la magnetosfera del planeta. Aunque la vida pudo haber surgido sin placas tectónicas activas, es probable que estas placas sean esenciales para su evolución hacia formas más complejas.

Por lo tanto, si buscamos vida, deberíamos enfocarnos en planetas rocosos con placas tectónicas y continentes, ya que es más probable que estos planetas alberguen vida durante más tiempo en comparación con aquellos que carecen de estas características.

El calor desempeña un papel fundamental en la formación de continentes. Por ejemplo, el núcleo de la Tierra se mantiene caliente debido a isótopos radiactivos como el 238Uranio, 232Torio y 40Potasio. Estos elementos, a su vez, se originan en estrellas de neutrones y explosiones de supernovas.

Greaves utilizó datos de estudios previos sobre las abundancias estelares de diversos elementos y los combinó con las edades de las estrellas de Gaia. Para lograr una mayor precisión, observó dos poblaciones distintas de estrellas: las pertenecientes al disco delgado y las del disco grueso.

Sus investigaciones revelaron que los continentes en la Tierra se formaron hace aproximadamente 3.000 millones de años. Sin embargo, en su muestra, los primeros continentes aparecieron hace unos 2 mil millones de años en estrellas del disco delgado y entre 4 y 5 mil millones de años atrás en estrellas del disco grueso.

Además, se descubrió que, en la mayoría de los planetas, la formación de continentes es un proceso más lento que en la Tierra. Estos planetas requieren una cantidad adecuada de calor para desarrollar continentes, ya que un exceso de calor resulta desfavorable.

Otro hallazgo intrigante es la relación entre la formación de continentes y el contenido de hierro en las estrellas. Greaves sugiere que las estrellas con un contenido metálico menor que nuestro Sol podrían ser lugares idóneos para buscar exoplanetas habitables. Estos planetas, al desarrollar continentes de manera más rápida que la Tierra, indicarían una mayor probabilidad de vida avanzada.

Las estrellas del disco grueso también son prometedoras. Aunque solo el 7% de las estrellas con exoplanetas conocidos son de este tipo, la formación rápida de continentes en estos sistemas merece una investigación más profunda.

El próximo paso en esta investigación implica el estudio de los isótopos de torio y potasio en las estrellas, para ayudarnos a descubrir sistemas antiguos donde la vida podría haber surgido antes que en la Tierra.

«Nuestro estudio proporciona una nueva perspectiva sobre la formación de planetas habitables», dijo Greaves en un comunicado. «Al comprender mejor cómo se forman los continentes, podemos refinar nuestra búsqueda de exoplanetas que puedan albergar vida».

Esta investigación es un paso importante en la búsqueda de vida extraterrestre. Al entender cuándo y cómo se formaron los continentes, podemos identificar los sistemas estelares más prometedores para la búsqueda de vida.