Ismael B.C., fue enviado a prisión tras un intento de feminicidio ocurrido el pasado jueves 19 de octubre en Mairana, Santa Cruz. La víctima, una mujer de 25 años, reveló que su pareja la había agredido en repetidas ocasiones, incluso durante su embarazo.
Según el relato de la víctima, el incidente ocurrió en medio de la madrugada. Ella despertó y revisó su teléfono celular para verificar la hora. Este simple acto desató la furia de su esposo, quien, erróneamente, creyó que su pareja estaba enviando mensajes a terceros.
En un acto de extrema violencia, Ismael agarró a su esposa por el cuello y la arrojó a la cama. La mujer intentó defenderse, pero el hombre era más fuerte que ella. La víctima relató que pensó que iba a morir.
La situación tomó un giro aún más aterrador, cuando el agresor también atacó a su propio hijo de dos años, propinándole una patada que lo hizo caer de la cama. A pesar del miedo y la angustia, este incidente evitó un desenlace aún más trágico, puesto que la madre logró zafarse de su agresor y correr al baño, donde se refugió y llamó a la Policía en busca de auxilio.
La llegada de las autoridades al lugar no detuvo la furia de Ismael, quien también agredió a los agentes policiales. Uno de los oficiales resultó herido en el rostro, mientras que otro sufrió una lesión en el dedo y un tercero fue golpeado en la canilla.
La víctima, que ha sufrido abusos por parte de su pareja durante largo tiempo, también reveló que este había intentado obligarla a abortar durante su embarazo. “No es la primera vez, son muchas veces. Desde que quedé embarazada, intentó forzarme a abortar a mi hijo, golpeándome en el estómago”, declaró con voz entrecortada.
Ismael B.C. fue imputado por los delitos de tentativa de feminicidio, violencia familiar y lesiones graves. El fiscal del caso, Fernando Flores, solicitó al Juzgado de Instrucción Penal de Mairana que se dicte detención preventiva en su contra, lo cual fue concedido.
La víctima, quien se encuentra bajo protección policial, agradeció la labor de las autoridades y pidió a las mujeres que sufren violencia doméstica que no se queden calladas. “No tengan miedo, denuncien a sus agresores”, dijo.