El presidente ruso Vladimir Putin otorgó un controvertido indulto a Grigoriy Povilaiko, condenado por un brutal asesinato en Rusia, a cambio de comprometerse a servir tres meses en la guerra contra Ucrania.
Povilaiko, de 31 años, responsable de la horrenda masacre de una joven madre en 2021, regresó recientemente a su ciudad natal de Vladivostok, generando indignación entre los familiares de la víctima y cuestionamientos sobre las políticas de indulto del líder ruso.
Según fuentes locales, Povilaiko firmó un contrato militar en octubre de 2023, comprometiéndose a participar en el conflicto contra Ucrania. Sin embargo, esta liberación anticipada sorprendió a muchos, ya que los contratos militares suelen exigir al menos seis meses de servicio antes de ser considerados para un indulto.
El brutal homicidio de Anna Koshulko, una madre de dos hijos, ocurrió en agosto de 2021, cuando Povilaiko emboscó y asesinó salvajemente a la mujer mientras se dirigía al trabajo.
Condenado en abril de 2022 a 24 años de prisión por homicidio, violación, agresión sexual, robo y uso de violencia contra un funcionario del gobierno, Povilaiko aceptó la oferta del Ministerio de Defensa ruso para unirse al esfuerzo de guerra.
La liberación de Povilaiko generó consternación, especialmente entre los familiares de la víctima. Alexander Koshulko, viudo de Anna, expresó su indignación y solicitó que el asesino sea devuelto a prisión, temiendo que pueda gozar de beneficios indebidos tras su participación en la operación militar.
Este caso no es el primero en el que Putin indulta a criminales violentos para integrarlos en las fuerzas armadas. Anteriormente, figuras como Denis Gorin, un asesino en serie y caníbal, y Nikolai Ogolobyak, un confeso satanista involucrado en asesinatos rituales, fueron liberados tras su servicio militar en Ucrania, generando controversia y cuestionamientos sobre las políticas de indulto del presidente ruso.