El jefe de la bancada de Creemos, adelantó que Aguilera gobernará con «quiénes lo aplaudieron».
Por su parte, un diputado disidente pidió que lo dejen hacer gestión.
Este viernes, Mario Aguilera fue posesionado como gobernador en suplencia de Santa Cruz, en cumplimiento a una sentencia dispuesta por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).
En un breve discurso, durante una posesión que no duró más de cinco minutos, aseguró que «no tiene nada de traidor», y anunció que entre sus primeras tareas realizaría una posesión que no duró más de cinco minutos, aseguró que «no tiene nada de traidor», y anunció que entre sus primeras tareas realizaría una «auditoría».
Esta posesión de ‘un nuevo gobernador’ en la región, desencadenó una serie de renuncias irrevocables por parte de varios secretarios y funcionarios de alto rango en el gobierno departamental, siendo Edgar Landívar, exsecretario de Desarrollo Económico, y Efraín Suárez, asesor de gestión, los primeros en presentar sus dimisiones.
De manera paralela, se pronunció también el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien a través de sus redes sociales expresó su desacuerdo con lo que consideró una «imposición».