Se acerca el Día de la Madre boliviana y las historias emergen. En la avenida Irala, los vecinos y transeúntes son testigos del arduo trabajo de la mujer que, vestida de payasita, vende diversos productos.


A medida que Bolivia se prepara para celebrar el ‘Día de la Madre’, se hacen más notorias en las calles de Santa Cruz de la Sierra, algunas mamás que deben salir a buscar ganar el pan para sus hijos recurriendo a las más diversas y creativas maneras.

Uno de esos casos se da en la concurrida avenida Irala, conocida por su tráfico y bullicio, donde se encuentra Antonia Tola, una madre valiente y dedicada que ha capturado los corazones de los transeúntes no solo por su amor incondicional hacia sus hijos, sino también por su habilidad para llevar sonrisas y alegría vestida de payasita.

Vestida de payasita, Antonia ofrece una variedad de productos a los conductores que se detienen en el semáforo, todo mientras carga a su pequeño en brazos.

“Trabajo con mi hijito porque no puedo dejarlo en casa, vendo cualquier cosa vestida de payasita”, explicó, evidenciando la inquebrantable unión entre madre e hijo.