Los bolivianos que cumplieron su cuarentena en el campamento de Pisiga, ‘Tata Santiago’, denunciaron que las autoridades los abandonaron en las terminales de las ciudades sin brindarles ninguna asistencia y quedaron en la calle, en plena madrugada.


“Nuestros hermanos llegaron a El Alto aproximadamente a la 1:30, presumimos que el horario fue deliberadamente planificado para que no fueran entrevistados por los periodistas. En la avenida 6 de Marzo, cerca de la Alcaldía quemada, fueron dejados a su suerte”, señala el comunicado del activista David Inca.

Ayer, a las 18:00 aproximadamente, un convoy conformado por una decena de buses de transporte interdepartamental partió de la localidad de Pisiga, en la frontera con Chile, llevando a 451 compatriotas que permanecieron en el campamento de aislamiento por el lapso de 14 días cumpliendo una cuarentena dispuesta por el Gobierno de Jeanine Áñez.

El Ministerio de la Presidencia, a través de un comunicado, estableció que los bolivianos “serán trasladados hasta los departamentos de su residencia”; es decir, serán llevados hasta las ciudades capitales. Los migrantes manifestaron que muchos no son de la capital y vienen de las provincias, y recordaron que al estar en restricción no existe forma de retornar a sus lugares de origen.

El arribo

De acuerdo con la denuncia de la Asamblea de Derechos Humanos de El Alto, el grupo que llegó a El Alto fue dejado en la avenida 6 de Marzo, frente a la terminal improvisada que existe en esa ciudad, donde todos los que eran del municipio debieron quedarse sin más abrigo que lo que tenían puesto.

Luego del ‘operativo’, la comitiva emprendió el descenso hacia La Paz llegando a las 2:00 a la terminal de buses, donde también los bajaron sin mayor consideración. DDHH de El Alto intentaba esta mañana buscar algún transporte o albergue para los que viven en las provincias y garantizar el retorno de los mismos.

De acuerdo con la planificación, el grupo más numeroso es de Santa Cruz, unas 200 personas, que debía desconcentrarse en la localidad de Caracollo, una población que es el cruce entre los departamentos de Oruro, Cochabamba y La Paz. 

Las personas que viajan a Santa Cruz llegarán primero a Cochabamba y pasarán hacia el oriente. David Inca informó que la mayor parte de los jóvenes de Santa Cruz proviene de las poblaciones de Montero y Warnes, entonces se presume que las flotas los dejarán en las terminales de esas poblaciones.

Las historias

Mientras los bolivianos en el lugar realizaron otro video en el que relatan de dónde proceden las personas y a qué fueron a Chile. “Quiero que sepan, pueblo/ que todos estamos bien/ pasamos frío, pero cumplimos con la cuarentena/ solo queremos regresar/ pasan días que parecen años/ sin ver a nuestras mamás”, dice la canción que compusieron en estas dos semanas.

Sofía es una muchacha que tiene dos hijos de 7 y 9 añostrabajaba en una ferretería en la ciudad de Iquique, los viajes que realiza son temporales y afirma que su madre la espera en su casa.

Carmen es otra de las bolivianas que viajó desde el centro minero de Llallagua, en Potosí, para buscar oportunidades económicas que le permitan sustentar a su familia y fue sorprendida por la emergencia que provocó el coronavirus.

Jaciel es un muchacho que viajó a Chile a la cosecha de frutilla, que es lo que sabe hacer; viajó porque en Chile ya faltaban alimentos para seguir esperando el fin de la cuarentena.

Todos los relatos reivindican la vigencia de los derechos humanos que les asiste para desplazarse y regresar a su país y piden a las autoridades que también dejen ingresar a otros bolivianos que están en el vecino país.