La inmensidad de los océanos sigue revelando sorpresas asombrosas. Científicos del Instituto Oceanográfico Schmidt han realizado una expedición reciente que ha descubierto un ecosistema previamente desconocido bajo el lecho marino. Utilizando un robot submarino llamado SuBastian, los investigadores exploraron el Pacífico y desplazaron losas de corteza volcánica, revelando un mundo submarino oculto.


El asombroso hallazgo presenta similitudes sorprendentes entre las formas de vida terrestres que habitan en cavidades subterráneas y las especies oceánicas recién descubiertas bajo los respiraderos hidrotermales. Este descubrimiento desafía las ideas preconcebidas sobre dónde puede prosperar la vida.

Los respiraderos hidrotermales, conocidos desde la década de 1970, liberan fluidos calientes cargados de minerales en las profundidades del océano. A pesar de las condiciones de oscuridad total, estos respiraderos albergan una rica biodiversidad.

Sin embargo, durante más de 40 años, nadie había explorado debajo de estas aguas termales. La reciente expedición ha revelado un ecosistema vibrante que incluye gusanos, caracoles y bacterias quimiosintéticas, que obtienen energía de los minerales en lugar de la luz solar.

La ecologista Monika Bright de la Universidad de Viena destacó la importancia del hallazgo, señalando que coexisten dos hábitats de respiraderos diferentes, uno encima y otro debajo de la superficie. Ambos ecosistemas dependen del fluido de ventilación y del oxígeno del agua.

Los gusanos tubulares que se encuentran cerca de estos respiraderos han generado un particular interés. Parecen moverse aprovechando los fluidos volcánicos, lo que podría explicar la falta de gusanos tubícolas jóvenes en las fisuras volcánicas.

La expedición utilizó el robot SuBastian para explorar la East Pacific Rise, a unos 2500 metros de profundidad. Al limpiar una sección del lecho marino y observar nuevas criaturas que colonizaron el área posteriormente, se plantean preocupaciones sobre las actividades mineras en aguas profundas, que podrían perturbar este nuevo ecosistema.

Wendy Schmidt, presidenta y cofundadora del Schmidt Ocean Institute, enfatizó la importancia de explorar los océanos y proteger lo que aún no comprendemos por completo. Este descubrimiento subraya la adaptabilidad de la vida y los enigmas incesantes que nuestro planeta guarda en sus profundidades.