El presidente de EE.UU., Donald Trump, se puso «furioso» esta semana, después de que un grupo de estadounidenses infectados con coronavirus covid-19 regresara al país sin su permiso junto a ciudadanos sanos, en lugar de permanecer en cuarentena en Japón, revela The Washington Post citando fuentes de la Administración.


En un primer momento, a Trump se le informó que los pasajeros estadounidenses sanos que habían pasado semanas en cuarentena a bordo del crucero Diamond Princess, en Japón, regresarían a casa en dos aviones alquilados, mientras que aquellos que estaban infectados se quedarían en el país asiático para evitar la propagación del virus. Sin embargo, el Departamento de Estado y un alto funcionario de salud de EE.UU. finalmente decidieron traer de vuelta a 14 estadounidenses que dieron positivo por el virus sin avisar al presidente.

Se informa que los resultados de las pruebas de estas personas llegaron cuando ya se encontraban en autobuses en la pista del aeropuerto de Tokio, y que aún no habían mostrado síntomas de la enfermedad. Entonces, tras consultar con el Departamento de Salud y Servicios Humanos, responsables del Departamento de Estado tomaron la decisión de llevarlos a EE.UU. de todos modos, pero «aislados» de los otros pasajeros en el avión.

«Gran error operativo»

Las fuentes de The Washington Post señalan que Trump se enteró del cambio de planes ya después del hecho, y que estaba «furioso» porque no había sido consultado. El mandatario, supuestamente, se quejó de que traer de vuelta a casa a los estadounidenses infectados podría afectar a la respuesta de la Administración al brote. Por su parte, un alto cargo de la Casa Blanca declaró al diario que no informar a Trump de la decisión con anticipación fue un «gran error operativo».

Según el diario, los 14 estadounidenses infectados también regresaron a EE.UU. a pesar de las objeciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).