Los perros en situación de calle, los refugios de animales y las palomas de las plazas están sufriendo también por las restricciones para frenar la pandemia del Covid-19, que impiden que encuentren alimento fácilmente, debido a que es muy difícil que las personas les dejen alimento. Sin embargo, los voluntarios no se rinden y muchos ciudadanos apoyan con donaciones y acciones.


En la Estación Policial Integral (EPI) – Sur, que está en reparación en la zona sur de la ciudad, existen al menos ocho canes abandonados. Por ello Efraín Arispe, de 27 años, trata de llegar todos los días montado en una bicicleta, desde que empezó la cuarentena el pasado 22 de marzo, con una olla de comida y dos botellas de agua para alimentarlos.

“En Cochabamba hay mucho perro callejero y este es mi granito de arena para ayudarlos. La cuarentena no va a impedir que busque maneras para que los siga alimentando”, expresó. Sin embargo, su preocupación aumentó con la aplicación de más restricciones para salir a la calle según el último digito del carnet de identidad. Sin embargo, afortunadamente, junto a un grupo de voluntarios podrá continuar con su misión.

Como Efraín, muchos voluntarios que alimentan canes en diferentes zonas de la ciudad, se encuentran en emergencia al no poder atenderlos como antes por las restricciones de la cuarentena vigente en el país como medida de prevención por la pandemia de Covid-19.

En estas circunstancias pidieron a la población apoyar en sus zonas con agua y comida para los “callejeritos”. Así como a las aves que no entienden la situación y deambulan en busca de un poco de alimento para sobrevivir.

Refugios en emergencia

El parque de aves Agloflori, en Quillacollo, que alberga alrededor de 900 animales silvestres cerró sus puertas a las visitas, el pasado 17 de marzo, con el objetivo de precautelar la salud del personal, voluntarios y animales refugiados.

Su fuente de ingresos eran las visitas, pero por la situación sus provisiones, alimento y suministros veterinarios se agotan. Es por eso, que mediante las redes sociales piden apoyo a la población para sobrevivir mientras dure la cuarentena donando alimento para sus animales como ser: manzanas, plátano, croquetas de gato, semillas de girasol, mollejas, cuellos de pollo o donaciones económicas. Se pueden pedir referencias a los teléfonos 72780785 – 76474435.

Los refugios que albergan perros rescatados también necesitan ayuda. El refugio Una Mano, Una Patita (Ref. 77200410 – 70360797), Santuario Perros del Sol (Ref. 75959888) y Gamaliel (Ref.79969969) están quedando sin alimento y recursos como el gas para los más de 200 perros que albergan, entre cachorros, adultos y operados que necesitan cuidados y alimentación especial. Los albergues también buscan donaciones para alimentar a los canes en situación de calle.

Palomas sin alimento

Las palomas que embellecen las plazas de la ciudad de Cochabamba, también, sufren por la cuarentena. Si bien, antes las alimentaban los visitantes, ahora, buscan comida, incluso, en los mercados, donde se las solía ver. Hay quienes dicen que las escuchan llorar de hambre y esperan que esta emergencia pase pronto.

La Asociación de Colombicultura Alto Vuelo Cliza, dedicada a criar palomas mensajeras, recomienda dejar en los jardines, techos o aceras un poco de maíz, sorgo, trigo, avena y otras semillas en trozos pequeños para las palomas. Se las puede alimentar también con arroz, pero no en exceso. Las migas de pan no son recomendables para su salud.

La Policía y la Fundación Narices Frías proporcionan alimento a las palomas de las plazas y a los perros callejeros según sus recursos y donaciones. Narices Frías inició una campaña para recolectar croquetas y llenar los platos que decenas de ciudadanos instalaron en la ciudad para los perritos y también para alimentar a las aves. Se pueden pedir referencias al teléfono 79969969.