Un hombre de 35 años, identificado como Michael Kohlhof, sufrió graves consecuencias después de ser picado por una pulga. Kohlhof no se dio cuenta de la picadura hasta que comenzó a perder la sensibilidad en los dedos de los pies y experimentó síntomas similares a una fuerte gripe.


Preocupado por su estado de salud, se dirigió a una sala de emergencias en un hospital cercano en San Antonio, Texas, Estados Unidos. Sin embargo, poco después de su ingreso, sufrió un shock séptico y tuvo que ser trasladado de urgencia a la unidad de cuidados intensivos. Los médicos lo desahuciaron y la familia fue llamada para despedirse, ya que sus órganos comenzaron a fallar rápidamente.

Milagrosamente, después de 11 días de asistencia médica, Kohlhof se recuperó, pero lamentablemente desarrolló gangrena seca en sus manos y pies debido al tratamiento con vasopresores que le salvaron la vida. Ante la falta de opciones de tratamiento, los médicos tomaron la difícil decisión de amputar ambas manos a la altura de los antebrazos y la mitad de los pies.

Kohlhof, amante del arte y voluntario de causas sociales, consideraba sus manos fundamentales para sus pasiones. Sin embargo, su hermano lo alentó a encontrar nuevas formas de ejercer sus talentos.

La causa de la sepsis del hombre se relacionó con el tifus transmitido por pulgas, que puede ser grave si no se trata a tiempo. Este tipo de tifus se presenta en climas tropicales y subtropicales en todo el mundo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.