Un equipo de científicos internacionales ha logrado extraer ADN de un ladrillo de arcilla de casi 3.000 años de antigüedad, lo que demuestra que estos objetos pueden actuar como cápsulas del tiempo para preservar la flora de su época de fabricación.


El ladrillo, hallado en el palacio del rey neo-asirio Ashurnasirpal II, en la antigua ciudad de Kalhu, en el norte de Irak, fue fabricado mezclando lodo del río Tigris con materiales como paja, cascarilla y excremento animal.

Los investigadores aplicaron una técnica analítica que se utiliza en otros materiales porosos, como huesos, para secuenciar el ADN presente en la materia vegetal del ladrillo. De esta forma, identificaron 34 grupos taxonómicos distintos de plantas, entre las que se encontraban Brassicaceae (familia del repollo y la mostaza), Ericaceae (brezo), Betulaceae (abedul), Lauraceae (laureles), Selineae (familia que incluye zanahorias y perejil) y Triticeae (gramíneas cultivadas).

«Estamos muy emocionados al descubrir que el antiguo ADN, efectivamente resguardado de la contaminación dentro de una masa de arcilla, puede ser extraído con éxito de un ladrillo con una antigüedad de 2.900 años», expresó la bióloga Sophie Lund Rasmussen de la Universidad de Oxford.

El hallazgo tiene un gran valor científico, ya que podría permitir a los investigadores estudiar la flora de épocas remotas y comprender mejor cómo ha evolucionado nuestro mundo.

Un factor crucial para la preservación del contenido orgánico en el ladrillo fue su secado natural en lugar de su cocción. Además, la muestra se extrajo del núcleo del ladrillo, donde el material estaba resguardado de manera efectiva.

«El ladrillo funciona como una cápsula del tiempo en relación a la biodiversidad y contiene información sobre un lugar específico y sus alrededores», afirmó el asiriólogo Troels Arbøll, perteneciente a la Universidad de Copenhague. «En este caso, ofrece a los investigadores un acceso singular a la antigua civilización asiria».

Los ladrillos de arcilla, presentes en numerosos sitios arqueológicos alrededor del mundo, tienen el potencial de revelar información inédita sobre sus ecosistemas y ambientes.