Las experiencias cotidianas, por más vívidas y tangibles que parezcan, podrían ser simplemente construcciones digitales, según una provocativa teoría conocida como hipótesis de la simulación. Un estudio publicado en AIP Physics indica que esta teoría quizás no esté del todo equivocada.


Esta idea fue introducida por primera vez en un artículo filosófico en 2003, la cual sugiere que si los humanos desarrollan la capacidad de simular el universo en una computadora, es muy probable que ya estemos viviendo dentro de una de esas simulaciones.

Segunda ley de la infodinámica

Este concepto ha intrigado a los científicos, quienes lo han puesto a prueba continuamente. El intento más reciente proviene del físico Melvin Vopson y el matemático Serban Lepadatu de la Universidad de Portsmouth.

Los autores introdujeron la segunda ley de la infodinámica, que guarda paralelismos con la segunda ley de la termodinámica. Mientras esta última postula que cualquier proceso natural conduce a un aumento de la entropía o del desorden, la ley de Vopson pertenece al ámbito de la información.

Vopson considera la información como una forma tangible de materia. Inicialmente, planteó la hipótesis de que los sistemas de información también experimentarían un aumento de entropía con el tiempo. Sin embargo, su investigación, que abarcó desde el almacenamiento de datos digitales hasta los genomas de ARN, reveló un fenómeno contrario. En lugar de aumentar, la «entropía de la información» permaneció constante o incluso disminuyó.

Simetría

Este descubrimiento innovador llevó a Vopson a explorar sus implicaciones en diversos campos científicos, incluyendo la genética, la física atómica, la cosmología y, por supuesto, la hipótesis de la simulación.

En su investigación genética, Vopson estudió secuencias de ARN de varias variantes del SARS-CoV-2 y encontró una disminución constante en la entropía de la información durante las mutaciones. Esto sugiere un mecanismo rector bajo la segunda ley de la infodinámica.

Además, observó que los electrones de los átomos se organizan para minimizar la entropía de la información y propuso que la expansión del universo requiere un equilibrio entre el aumento de la entropía física y la disminución de la entropía de la información.

Una de las observaciones más intrigantes fue la prevalencia de simetría en el universo, desde intrincados copos de nieve hasta majestuosas galaxias. Vopson cree que esta simetría, que se ajusta al estado de menor entropía de la información, podría explicar esa propensión de la naturaleza.

En un paralelo con la informática, Vopson señaló que el proceso de minimizar la información redundante refleja cómo las computadoras eliminan o comprimen código redundante para optimizar el almacenamiento y la energía. Esta observación respalda la hipótesis de la simulación.

¿Pero qué sigue?

El desafío radica en validar experimentalmente estos hallazgos. Si nuestro universo es realmente una simulación, entonces la información, al igual que los bits informáticos, se convierte en su elemento fundamental. Vopson incluso postula que la información podría poseer masa, detectable mediante experimentos de colisión entre partículas y antipartículas.

Sin embargo, si nuestro universo es una simulación comprimida y optimizada, implicaría la existencia de un sistema más intrincado que lo gobierna, planteando así preguntas aún más profundas.