Pese a que era dopadas con somníferos, las niñas podrían ver y escuchar todas las aberraciones a las que eran sometidas por su propio padre, en Colombia.


Un terrible caso se conoció en el sur de Bogotá, donde un hombre de 49 años fue capturado y acusado por el delito de abuso sexual de sus propias hijas, de 11 y 14 años, durante más de un año.

El hombre llevaba a cabo el vejamen en su departamento de Tolima.

El aberrante hecho ocurría cuando llevaba a las menores a un hotel, de acuerdo con el reporte de la Policía de Bogotá, el hombre les daba un medicamento somnífero en sus alimentos a las niñas, dejándolas así en estado de indefensión y allí las agredía sexualmente.

Cansada de los abusos, una de las niñas le contó a su madre lo que ocurría cuando iba con su padre. La progenitora, al escuchar lo ocurrido, denunció el hecho ante las autoridades competentes.

Su padre las abusó en repetidas ocasiones y, aunque les suministraba medicamentos para paralizar el cuerpo, ellas podían escuchar y ver las aberraciones a las que eran sometidas.