Un equipo de investigadores de la Universidad de Yale ha identificado afecciones de la placenta que podrían explicar la mayoría de los abortos espontáneos y muertes fetales inexplicables.


Según datos del sistema de salud de Estados Unidos, de los aproximadamente 5 millones de embarazos que ocurren cada año, el 20% resulta en un aborto antes de las 20 semanas, y otros 20 mil terminan en muerte fetal después de ese período.

Para identificar la causa de estas pérdidas, los investigadores examinaron la placenta de 1256 casos de aborto espontáneo y muerte fetal inexplicable. Los resultados, publicados en la revista Nature Medicine, mostraron que casi el 92% de los casos presentaban signos de patología en sus tejidos.

Las patologías más comunes observadas en abortos espontáneos inexplicables fueron las placentas dismórficas, un marcador asociado con anomalías genéticas. En las muertes fetales inexplicables, la característica patológica más frecuente fue una placenta pequeña, que restringe el crecimiento y desarrollo del bebé.

«Estos hallazgos son un paso importante para comprender las causas de los abortos espontáneos y muertes fetales inexplicables», dijo la autora principal del estudio, Beatrix Thompson, científica especialista en biología de la reproducción de la Universidad de Yale. «Nos permiten allanar el camino para que más personas comprendan la causa de su pérdida y tomen decisiones informadas sobre embarazos futuros».

Según los investigadores, los hallazgos podrían conducir al desarrollo de nuevas pruebas y tratamientos para prevenir estos eventos. Por ejemplo, una prueba para detectar placentas pequeñas podría ayudar a identificar los embarazos de alto riesgo antes de la pérdida del bebé.

«Perder un embarazo es una tragedia», dijo el coautor del estudio, Harvey Kliman, científico reproductivo de la Universidad de Yale. «Nuestro objetivo era ampliar los sistemas de clasificación actuales para reducir el número de casos sin especificar».